sábado, 23 de marzo de 2013

Un cuento sobre hiperactividad para adultos

Un cuento sobre el trastorno de atención con hiperactividad, para trabajar en el aula con los más pequeños (infantil y primaria).

Un cuento para adultos, en realidad.

Entiendo que puede ser agotador, perturbador y todos los puntos suspensivos que deseen. 

Entiendo que la escuela no cuente con los medios necesarios, humanos y materiales, para atender y trabajar con estos niños. 

Lo que no entiendo es que se les culpabilice y criminalice al niño y a su familia que bastante tienen, ni que quitárnoslo de encima sea la única opción que deseemos.

Como bien matiza Ana U en un comentario, yo tampoco creo que la medicación sea precisamente la panacea y sí un sistema educativo público con medios materiales y humanos. También entiendo que es un cajón de sastre en el que se meten muchas cosas. De hecho, hay personas y profesionales que cuestionan su existencia misma y los tratamientos habituales.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No dudo que el video tenga buena intención. De hecho explica bastante bien lo que es la hiperactividad motriz y la desatención. Se olvida de la impulsividad y de lo que eso supone. Ni se diagnostica tan facilmente ni la medicación es la panacea. Tengo un hijo con TDAH y creo que es un cajón desastre donde los médicos meten todo tipo de problemas que hasta la adolescencia o adultez no se pueden diagnosticar. La medicación puede ayudar a un sistema educativo axfisiado pero mi hijo es mejor sin ella.
Cuando se la quité con 10 años me dijo que veía el mundo de otra manera: mejor. Los profesores opinan lo contrario. Les da menos problemas con Concerta. Lo entiendo. Sus condiciones laborales son penosas. A pesar de ello personas vocacionales y maravillosas hacen que su día a día se pueda sobrellevar. Espero que este y otros videos ayuden a los profesores a entenderlo y a ayudarles. Wert no lo va a hacer.

Jesús Hernández dijo...

Hola Ana:

Opino como tú. Creo que la medicación no es la solución y te entiendo perfectamente. Debí añadir mi opinión al respecto. Como dije, entiendo que muchas veces en la enseñanza nos vemos superados por este u otros problemas similares, pero lo que sí que no podemos hacer es criminalizar ni culpabilizar al niño o su familia que bastante que sufren con ello.

Gracias por tu necesaria matización y aportación