He añadido esta interesante Carta de Jordi Adell en repuesta a los editores de libros de texto
Los editores han acusado a los poderes públicos de "cómplices de la piratería" porque "al fomentar la gratuidad de los contenidos educativos se anima a los nuevas generaciones a cuestionar la legitimidad de remunerar la creación". Vamos a ver, si existen personas que generan contenidos y altruistamente los ceden para uso colectivo, no afecta en nada a la legitimidad de remunerar la creación. Es como cuestionar la Wikipedia a estas alturas. La libertad está en poder elegir: hay quién opta por comprarse una enciclopedia, digital o no, y quién decide usar una gratuita online.
Han criticado que las administraciones públicas "gasten el dinero destinado a educación en ordenadores y pretendan que los contenidos se les regalen" y advirtió de que "la máquina sola no da inteligencia" y, por lo tanto, recomendó que "no se primen las herramientas en detrimento de los contenidos educativos". Además, ha señalado que el cambio tecnológico no puede ser utilizado por las administraciones para convertirse en "malas editoras" de libros de texto. Es misión de las administraciones públicas el velar por la gratuidad de la enseñanza y facilitar el acceso de todos a las nuevas tecnologías, evitando discriminaciones en el acceso a las mismas. Haber, confunden herramientas con contenidos, pues el formato digital no sólo son herramientas, sino que también incluyen contenidos y/o permiten su creación activa por parte de los alumno y/o profesores.
Han incidido en la "falta de una política educativa coherente que garantice las inversiones de cara al futuro" y ha afirmado que los recortes presupuestarios y las medidas de austeridad emprendidas en la Enseñanza "no se deben tanto a la crisis económica, sino a un mal planteamiento de las políticas educativas", lo que "evidencia, una vez más, un desprecio absoluto de los valores culturales y educativos". Es cierto que no existe una política educativa de futuro y que se usa la crisis para recortes en temas esenciales, pero precisamente por ir en sentido contrario al que plantean los editores. Las administraciones deben invertir más en el futuro que supone la educación, pero a la vez, deben fomentar el ahorro que supone el uso del software y los contenidos libres y gratuitos. (Rodríguez Ibarra: "Apostar por el software libre podía haber evitado la congelación de las pensiones")
Señalan que el libro de texto en su tradicional soporte papel "es y seguirá siendo durante muchos años la columna vertebral de la planificación docente a pesar de su necesaria convivencia con las nuevas tecnologías". No sé cuál será el futuro del libro en soporte de papel, pero el limitante libro de texto debería de tener sus días contados.
LIBERTAD DE EMPRESA Y DERECHOS DE AUTOR. Y LIBERTAD DE ELEGIR SOFTWARE Y CONTENIDOS LIBRES.
Han hecho hincapié en que los responsables de elegir los libros de texto y los materiales curriculares son los docentes y los órganos didácticos. De modo que "la injerencia directa o indirecta de las administraciones en la concreción de los currículos y en la adopción de los libros de texto y materiales didácticos conculca la ley y vulnera tanto la libertad pedagógica de los profesores, como la autonomía de los centros". Limitan la libertad de los docentes a elegir sus libros, como si no pudieran (siempre han podido) elegir sus propios materiales y prescindir de los tradicionales libros de texto. Realmente las administraciones se injieren, pero en sentido contrario, al no promover la imparcialidad y, fomentando por el contrario, el uso de software de pago y gastando ingentes cantidades de dinero que se podrían ahorrar. (A ver si por aquí tomamos ejemplo: Condenan al gobierno de Quebec por comprar el software de Microsoft)
Por lo tanto, ha concluido que el sector editorial se configura, por el momento, como el "único capaz de ofertar contenidos digitales de aprendizaje variados, completos y de calidad contrastada". Demasiado pretenciosos para los tiempos que corren. La enseñanza debe exigir justo el camino contrario, el libre acceso a los contendios culturales y educativos. (La lucha por un Copyright Justo -The Fight for Fair Copyright. Campaña de los estudiantes universitarios canadienses en contra de los abusos del copyright y por un copyright justo que permita el libre acceso a la cultura y su difusión.)
Noticia completa: Editores acusan a los poderes públicos de "cómplices de piratería" al fomentar la gratuidad de los contenidos educativos
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