Las mejores ideas no siempre suelen venir en momentos de tormenta (brainstorming). Son muchas las ocasiones en las que justo antes de despertarnos nos invade una idea irrefrenable que nos levanta de la cama, o cuando estamos desconectados sin pensar en nada en concreto, en la ducha, sentados en un parque...Son los momentos flash, los golpes de suerte, los momentos eureka!, cuando se nos enciende la bombilla. Llevamos tiempo rumiándolo y surge cuando menos lo esperamos. Las ideas llevan un periodo de incubación que necesitan mecanismos para que surjan las corazonadas y se compartan con otras intuiciones incubadas que las hagan posibles.
Esta mañana leía este post (Gartner: el Open Source es una ventaja Competitiva) que va en esa línea de superación del control de las ideas, permitiendo su libre circulación y superando un mundo caduco del copyright que a pesar de lo que dicen sus defensores, ya está superado para el progreso y la generación de todo tipo de avances. En realidad, esos grupos, lo único que defienden son sus privilegios y una falsa liberalización de los mercados que proteja sus monopolios y evite el desarrollo de un mundo más justo y sostenible.
Por ello, no haríamos mal en comenzar una tormenta de ideas en silencio, tomando notas, pensando en alguna cosa antes de irnos a la cama o cuando estemos desconectados. O sea, compaginar los momentos de calma con los de compartir ideas.
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