LOCALIZACIÓN DE LOS EVENTOS DE EL HIERRO
La isla de El Hierro, en el archipiélago canario está de actualidad por la gran cantidad de movimientos sísmicos que se están registrando, la mayoría casi imperceptibles y ninguna de elevada magnitud. Son movimientos sísmicos de escasa entidad que no está ligados al movimiento de placas, sino que tiene un origen volcánico relacionado con la formación de las islas Canarias. Los volcanes en Canarias no suelen ser peligrosos.
El último volcán registrado en Canarias fue el Teneguía en 1971 en la isla de La Palma. Durante 23 días seguidos, coladas de lava se precipitaron al mar hasta ganarle 10 kilómetros cuadrados, formando la porción de tierra más joven de España.
Estos movimientos sísmicos de pequeña escala son habituales en todos los lugares y son prácticamente imperceptibles por la población, salvo excepciones.
En el caso de El Hierro, lo que sucede es que ha aumentado el número y la intensidad de los seísmos sin llegar a ser importante. Esto lo que nos indica es que hay actividad volcánica, lo que no significa que vaya a entrar en erupción un volcán. Estos episodios igual que comienzan, pueden terminar.
Si quieres encontrar más información al respecto, puedes visitar esta página del Instituto Geográfico Nacional en la que ofrecen información sobre los movimientos sísmicos de origen volcánico en la isla de El Hierro.
En esta gráfica puedes comprobar como han ido aumentando los seísmos, el número total de eventos y la intensidad que han alcanzado (Si picas en la imagen puedes verla en tamaño mayor).
En esta página y en el vídeo posterior puedes encontrar información sobre la erupción del Teneguía en la Isla de La Palma: Teneguía, memoria de un volcán
Puedes ver su escasa peligrosidad al ver a las personas que iban a verlo y que se encontraban bastante cerca. Sólo hubo una muerte por imprudencia al acercarse un turista por los gases.
1 comment:
Interesante, muy interesante el mundo de los volcanes y terremotos.
Nuestra zona también es sísmica, estamos acostumbrados a notar pequeños temblores.
El pueblo donde yo nací, Benejúzar, sí sufrió un gran terremoto a principios del siglo XX. Tuvo que ser reconstruido casi totalmente, por eso ahora sus calles son de trazado rectilíneo y muy anchas.
Útil para usar en clase cuando estudiemos los volcanes en las tierras de "su tutor".
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