Un 41% de los menores entre 11 y 16 años manifiesta síntomas de adicción a Internet. La prevención y las terapias proliferan en colegios y hospitales de toda España para evitar el riesgo de aislamiento social.
Se les empieza a conocer como adolescentes búnker por pasar horas aislados frente al ordenador y la televisión, más del 40% de su tiempo, según refleja el estudio del Defensor del Pueblo y Unicef Programación y contenidos de la televisión e Internet.
Son la generación de la brecha digital, los primeros que han nacido y crecido con Internet, pero desprovistos de un manual de instrucciones que les enseñe a manejar ese mundo inabarcable de la Red. Las consecuencias de que un menor se adentre en la Red sin la suficiente capacidad crítica como para hacer un uso racional de ella pueden ser graves: quedar con personas extrañas a quienes sólo se conoce a través de Internet (un 42% de los chavales tienen amigos sólo virtuales), recibir proposiciones sexuales, proporcionar datos personales a desconocidos o visionar contenidos sexistas, racistas o violentos, son algunos riesgos de los que habla el mencionado estudio.
Otro de estos peligros, el de sufrir insultos o malos tratos virtuales, ya tiene nombre, se llama cyberbullying y lo sufre casi un 12% de los menores. Aunque no se sabe si este tipo de conductas proliferarán, Ana Requesens, directora ejecutiva de la fundación Gaudium (para el estudio y prevención de las adicciones sin sustancia) afirma que "el ciberbullying avanza rápidamente en nuestro país", donde "antes de finales de año entrará en vigor su regulación como delito tipificado en el Código Penal". Requesens asegura que el uso de las nuevas tecnologías "está haciendo crecer la brecha digital entre generaciones". A veces los padres "no disponen de pautas básicas para el uso sano de estas tecnologías y para la detección de adicciones", por lo que está habiendo "un rápido aumento" de las consultas de padres preocupados "porque Internet, los videojuegos o el móvil están interfiriendo gravemente en la vida cotidiana de sus hijos".
Pero, ¿cuáles son los síntomas de este tipo de adicciones? Para Blas Bombín, psiquiatra, fundador y director del vallisoletano Centro Específico de Tratamiento y Rehabilitación de Adicciones Sociales (Cetras), comienzan por el aislamiento, la falta de motivación, el abandono de las tareas normales e incluso de la higiene, el bajo rendimiento escolar, la actitud negligente en los terrenos social y familiar, etcétera. Y pueden llegar a los trastornos alimenticios, cefaleas y problemas en la visión.
En su centro tratan, actualmente, 64 casos de adicción a Internet, móvil, videojuegos y televisión. Han llegado a ver situaciones extremas, como la de un chico que pasaba 22 horas diarias enganchado al móvil entre llamadas y SMS, y "apenas comía ni dormía", señala Bombín; o el de un adolescente que navegaba por Internet 16 horas al día. Es entonces cuando la adicción se convierte en una especie de cáncer que puede llegar a provocar intentos de suicidio
Por IZARA BATRES tiempo@grupozeta.es
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