Este año, solo en el Congreso de los Diputados se ha gastado alrededor de 1.000.000 € en licencias de software (ver http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-B-2011-25522),
dinero que sale de nuestros impuestos y va a parar a manos de
multinacionales extranjeras. Esto sería hasta cierto punto comprensible
si no existiera el software libre, que ofrece las mismas funcionalidades
y es gratuito, teniendo otras muchas ventajas entre las que están:
- Que ponen a disposición de todos el código fuente de las aplicaciones, de forma que cualquiera pueda revisar que no tienen puertas traseras.
- Que fomentan la mejora de las aplicaciones permitiendo que cualquiera pueda aportar su trabajo voluntario en forma de ideas de mejora, código, trabajo artístico, documentación o soporte.
- Que evitan el uso de formatos propietarios para almacenar la información, de manera que siempre estará accesible por software de terceros y se evita la dependencia de un solo proveedor.
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