Y es que a veces la vida te regala días únicos y te brinda la oportunidad de conocer a gente muy especial.
Os presento al Príncipe de Camposoto... Antonio.
Pequeñas personas dando grandes lecciones de vida. Tengo la suerte de contar con alumnos similares y hemos aprendido mucho de ellos.
Me parece un niño muy travajador por que tener esa enfermedad es muy fuerte.
ReplyDeleteAntonio, tienes razón. Yo que tengo alumnos así, te puedo decir que nos dan ganas de vivir, valorar lo que tenemos y hacer todas las cosas de las que seamos capaces.
ReplyDeleteGracias, Antonio, por ocmentar.
Un saludo
Gracias por atender a mis alumnos.
ReplyDeleteUn abrazo.
De nada. Es un placer. Unabrazo
ReplyDeleteEs una maravilla trabajar con alumnos como Antonio.
ReplyDeleteYo tuve la suerte de trabajar con Pedro y con Adrián el año pasado en un instituto con integración y es increible la alegria y el entusiasmo que contagian.Sus compañeros les adoraban.
Como profesora se que los alumnos nos enseñan mucho, pero alumnos como ellos te hacen pensar sobre quien es realmente el que tiene una "discapacidad".
Gracias por tan bonito documento.
Belén, te entiendo perfectamente pq yo tengo esa suerte. Trabajo en un centro con alumnos motóricos y creo que nos enseñan a todos.
ReplyDeleteUn saludo y gracias x comentar