No es nada nuevo que Bill Gates nunca me ha hecho mucha gracia, no sólo por su postura monopolista y por vivir de las multimillonarias facturas que pagan los poderes públicos por sus licencias pudiéndolo hacer casi gratuitamente apostando por el software libre a la par que desarrollarían el software local. También por su menos conocida postura en contra la educación pública.
Representa a empresas que crecieron con el pirateo que ahora persiguen. Al respecto resulta educativo ver la película "Piratas de Silicon Valley".
Sin embargo, he de reconocer que en el vídeo que incrustado al final de este post, ha mejorado en el uso de su disfraz de cordero que esconde un lobo.
No hay nada como un buen manipulador, que sabe presentar una parte de la verdad, para ocultar sus verdaderas intenciones. Pero no hay sino que seguir su trayectoria o ver los elementos que lo delatan.
Nada más comenzar, tras palabras ciertas sobre la necesidad de repensar nuestra práctica docente y de retroalimentarnos con nuestra propia reflexión o compartiendo nuestras experiencias con otros compañeros de los que aprender, se lamenta de la inexistencia de rankings sobre la calidad del profesorado a nivel mundial.
Esos rankings que veladamente cita, llevan tiempo imponiéndose en Estado Unidos y avanzan inexorablemente bajo el manto neoliberal único que va cubriendo el mundo y son claves en el empeoramiento real de la enseñanza. Curiosamente, esos rankings deben ser realizados por agentes externos para garantizar su "imparcialidad",
La de Bill Gates es una de las tres grandes fundaciones, junto a Broad and Walton Family que están financiando gran parte del apoyo corporativo a sus pretendidas y "altruistas" reformas educaivas y están gastando millones de dólares en grupos de presión. Están gastando miles de millones para comercializar y vender las reformas que no funcionan y que tienen fines no declarados como son reventar los sindicatos de profesores, debilitar a los educadores y reducir el gasto en las escuelas públicas, quedándose con un apetitoso pastel.
En España vemos asistimos a este furibundo ataque a los sindicatos en todos los sectores, aprovechándose de las coimas con las que los agasajaban cuando les resultaban útiles. En esta vuelta de tuerca, ya dejan de interesarles y pretenden utilizar la excusa de la crisis para terminar con ellos de una vez, usando para ello la ceguera de los propios trabajadores que en vez de exigirles que defiendan sus verdaderos intereses y dejen de plegarse a los empresariales, optan por contribuir a su desaparición.
Lo que tampoco dicen es que las pruebas estandarizadas son enormemente costosas, tanto en términos de gasto público y como en la desviación de tiempo de aprendizaje para dedicarlo exclusivamente a la preparación de las pruebas. De la misma manera, ocultan que los resultados desde que se aplican son "mucho peores" y como han causado daños , especialmente a los niños de las zonas desfavorecidas.
El otro momento del vídeo que lo delata es aquel en el que hace referencia a los modelos asiáticos como Shangai (en este caso) o Corea del Sur, que ahora es la cuarta potencia económica de Asia pero hace 60 años era un país pobre y devastado. Su Gobierno, tras la guerra contra su vecino del norte, impulsó la educación como motor económico.
Pero en estos países, en una esquizoide mezcla de modelos supuestamente comunistas con el más retorcido de los capitalismos o con la búsqueda enfermiza de la máxima competitividad, la presión que se ejerce sobre los jóvenes se ha hecho insostenible. Corea del Sur tiene la tasa de suicidios más alta de los países ricos y es la principal causa de muerte entre los adolescentes. Las cifras son tan dramáticas que el Gobierno se plantea cambiar el modelo educativo. Quieren que los estudiantes sean menos eficaces pero más felices.
Es la lógica suicida de la competitividad llevada al más paranoico de los extremos.
Bill Gates para nada se acuerda del otro modelo "exitoso", el finlandés, que con toda su mitificación y defectos (que seguro que los tiene) se dirige por derroteros bien diferentes, entendiendo la educación como un bien social básico y un derecho universal, que persigue el gusto por aprender dejando atrás modelos basados en el palo y la zanahoria. También lo critica veladamente al señalar que si a él sólo le hubiesen dicho lo que hacía bien, hubiera fracasado.
Claro que lo sistemas educativos deben mejorar y replantearse muchas cosas, pero no precisamente en la línea que marcan los lobos con piel de cordero.
En España de esto estamos sabiendo mucho con la LOMCE que mediante eufemismos que pretenden lograr la "calidad" de la enseñanza, no persiguen sino la privatización y mercantilización de un derecho básico, impidiendo el acceso a al educación superior a los más débiles, eliminando todo política compensatoria a los distintos puntos de partida sociales, culturales, familiares y personales de los estudiantes.
Les dejo con un vídeo en forma de piel de cordero, que si nos pilla desprevenidos y sin estar en antecedentes, nos parecería hasta bien. Como contrapunto, dejo un programa de 'Informe Semanal: Corea del Sur: prohibido fracasar".
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