Enseñamos con un modelo caduco que no se adapta a un mundo en cambio (para mal y para bien). Las maneras de relacionarnos, la manera de acceder a la cultura y el conocimiento y los trabajos están cambiando. La educación, poco, sobre todo en lo referente a su modelo, a una organización más, como diría Juan Domingo Farnós, más disruptiva, con programas horizontales más abiertos y diseñados por los propios interesados.
En cierto modo, es un fraude para las generaciones presentes y futuras.
La tecnología disruptiva va cambiando el mundo y los trabajos y los programas educativos siguen básicamente igual. Enlazo un artículo para reflexionar en este sentido, del Blog Salmón, que versa sobre profesiones del futuro y la creatividad como elemento indispensable en cualquier formación y trabajo.
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