Este post surge de un ejemplo que trataba de ser gráfico en una charla y que por la cara de los asistentes no logró serlo y de la reflexión de un trabajo cooperativo con los hombres de bronce (@lalaboralef y @reyesAGGH). Ya sé que algunas amigas no terminan de entenderlo (@blogmaniacos, @londones e @inmatics), pero somos un equipo. Quizás, si les habló de ubuntu o de "yo soy porque nosotros somos", seguro que lo entenderán.
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Trataba de reflejar así, la manera de sentarse los alumnos en nuestra enseñanza, sobre todo, en secundaria, donde le trabajo colaborativo y en equipo es la excepción.
De uno en uno y tiro porque me toca. Tiro que mata toda creatividad y curiosidad y desarma cualquier intento de aprender a trabajar en grupo. Calladitos están mejor.
De uno en uno y tiro porque me toca. Tiro que mata toda creatividad y curiosidad y desarma cualquier intento de aprender a trabajar en grupo. Calladitos están mejor.
Nuestros alumnos, generalmente, se sienten enjaulados. Es cierto que los barrotes no se perciben a simple vista, pero, por ello, no dejan de existir.
Es cierto, que el sistema, el aumento de alumnos por aula, la consiguiente disminución del tamaño de las mismas y el precario espacio con el que cuentan los centros, cada vez más, dificulta la creación de "aulas clase" o "aulas materia", pero nuestra predisposición dominante, orienta a los alumnos a cualquier cosa menos a la colaboración.
No hemos sido educados, ni como docentes, ni como estudiantes, para el trabajo cooperativo ni colaborativo.
En ese marco, no podemos educar en la colaboración y el trabajo en equipo, salvo que nos lo planteemos y nos autoformemos de manera autodidacta y cooperativa.
Lo de los "hombres de bronce", viene de nuestra peculiar manera de trabajar, ya sea a través de encuentros físicos o virtuales. Siempre partimos de la idea de uno de los componentes de EducaAppsAventura. La idea pasa a otro de los componentes del grupo, que literalmente no la destroza, sino lo siguiente, Posteriormente pasa al tercer componente y más de lo smismo. La destroza. Y vuelta a empezar.
Lo cierto, es que a pesar de los pesares, terminamos encontrando un punto de acuerdo que nos enriquece a todos.
Nuestros alumnos se sienten encerrados en celdas. Celdas que no son visibles a ojos encerrados, pero que precisamente son eso, celdas.
Un profesor trata de "innovar" sentando a los alumnos de 4 en 4 y a la mañana siguiente se encuentra de nuevo con la disposición "celdil". Y vuelta a empezar.
Ese día lo soporta con normalidad, pero a medida que pasan los días y las situaciones se repiten, nuestro "porfe inn" va desistiendo.
Los alumnos tratan de responder a las situaciones requeridas, pero pronto comprenden que las celdas son inamovibles y con ellas se va su creatividad y su curiosidad.
Es paradójico que en el mundo laboral se valore cada vez más el saber trabajar y colaborar en amplios y diversos equipos y en la enseñanza sigamos tan distantes de ellos.
Por la eliminación de las celdas en educación y por el trabajo cooperativo.
P.D.: el compañero @reyesAGGH
No hemos sido educados, ni como docentes, ni como estudiantes, para el trabajo cooperativo ni colaborativo.
En ese marco, no podemos educar en la colaboración y el trabajo en equipo, salvo que nos lo planteemos y nos autoformemos de manera autodidacta y cooperativa.
Lo de los "hombres de bronce", viene de nuestra peculiar manera de trabajar, ya sea a través de encuentros físicos o virtuales. Siempre partimos de la idea de uno de los componentes de EducaAppsAventura. La idea pasa a otro de los componentes del grupo, que literalmente no la destroza, sino lo siguiente, Posteriormente pasa al tercer componente y más de lo smismo. La destroza. Y vuelta a empezar.
Lo cierto, es que a pesar de los pesares, terminamos encontrando un punto de acuerdo que nos enriquece a todos.
Nuestros alumnos se sienten encerrados en celdas. Celdas que no son visibles a ojos encerrados, pero que precisamente son eso, celdas.
Un profesor trata de "innovar" sentando a los alumnos de 4 en 4 y a la mañana siguiente se encuentra de nuevo con la disposición "celdil". Y vuelta a empezar.
Ese día lo soporta con normalidad, pero a medida que pasan los días y las situaciones se repiten, nuestro "porfe inn" va desistiendo.
Los alumnos tratan de responder a las situaciones requeridas, pero pronto comprenden que las celdas son inamovibles y con ellas se va su creatividad y su curiosidad.
Es paradójico que en el mundo laboral se valore cada vez más el saber trabajar y colaborar en amplios y diversos equipos y en la enseñanza sigamos tan distantes de ellos.
Por la eliminación de las celdas en educación y por el trabajo cooperativo.
P.D.: el compañero @reyesAGGH
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