Esta infografía muestra cómo factores tales como el diseño interior de la escuela, junto con la iluminación y la acústica del aula, pueden afectar a su educación, a su actitud y a su forma de aprender.
De sobra es conocido que la distribución tradicional del aula no ayuda precisamente a que los alumnos funcionen de manera adecuada y estén tranquilos (matizando lo que se entiendo por tranquilos). No digamos ya si se pretende que funcionen y trabajen en equipo de manera colaborativa.
Estas situaciones se han visto agravadas por el aumento de la ratio en aulas que no están preparadas para dicho aumento.
Cualquiera que haya pretendido un cambio en la distribución del aula, sobre todo en secundaria (la mayoría de los centros no cuenta con aula grupo o aula área) sabe lo que le ha supuesto y cómo ha tenido que desistir, salvo que su centro funcione de otra manera.
El horario escolar es poco natural y va en contra de los principios básicos de la salud. Pretender que un alumno pase 28 horas sentados no es nada sano (he extraído las de Educación Física, aunque hay tendencias que tupen a teoría con lo que estas dos horas se ven reducidas). En este contexto, es normal que alumnos que por edad sienten la necesidad de moverse, la expresen de manera que se considere no adedcuada.
Si a todo esto, unimos metodologías tradicionales, que consideran el silencio absoluto como el súmmum del buen comportamiento en clase, poco margen de maniobra le queda a los alumnos para expresar sus tendencias naturales y saludables.
En este contexto, cave reflexionar sobre la distribución de los alumnos en el aula y de la necesidad de cambios, que deberían ir más allá de la propia colocación en el aula, que afectan a metodologías, a bienestar y enfocarse a superar el propio concepto de aula.
Todo esto, puede sonar a utópico, pero si realmente queremos avanzar y construir un espacio o espacios educativos más sanos y acordes a nuevas metodologías y maneras de aprender, debemos comenzar a planteárnoslo.
Mientras, repensemos algo lo que tenemos y la medida en la que podemos mejorarlo de una manera realista.
¿Cómo afecta el diseño del aula al aprendizaje de los estudiantes?
El diseño del aula puede mejorar el rendimiento de los estudiantes en un 25%. Los efectos positivos incluyen:
- Mejora la concentración
- Mejora el aprendizaje
- Inspira a los estudiantes
- Mejora el comportamiento
- Logra mejores resultados
- Reduce la inquietud
- Aumenta la capacidad de atención
- Fomenta la higiene postural
- Hace posible una mejor comunicación entre los estudiantes y entre el profesor y los estudiantes
Elementos a tener en cuenta:
- Mobiliario
- Disposición
- Color
- Temperatura
- Acústica
- Iluminación
- Decoración
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