Algo pretencioso el título de este post, sobre todo para alguien que apenas llega a realizarse algunas preguntas. Dejémoslo pues, en un mero intento.
El amigo Carlos, fiel a su mejor cualidad, la de cuestionar, nos realizó una pregunta cuando casi llegaba a su fin la #kddcanarias3:
"Pero, ¿realmente sirve para algo lo que hacemos aquí en la #KddCanarias? ¿Trasciende en algo? ¿Supone algún cambio real en la enseñanza?"
Compleja pregunta que voy a responder de la manera más sencilla:
Lo mejor de un encuentro, siempre viene en la sobremesa.
Me explico:
Para intentar que me entiendan un poco, debo remontarme, al menos, a la primera #KddCanarias.
Después de varios infructuosos intentos, logramos llevar a cabo esa Kdd. La primera, que no era de sobremesa, fue la más floja, pero no por ello, menos importante. Sirvió para lo que suelen servir esas cosas, para romper el hielo, que no es poco.
También, para apuntar lo que sería la espina dorsal inquebrantable de nuestros encuentros.
La segunda estuvo a punto de verse imposibilitada por las inclemencias temporales. Sin embargo, no fue sólo la más numerosa, sino la que permitió a un grupo de personas disfrutar de unas reflexiones sin certificado y profundizar en lo que otras no creerían y menos aún. comprenderían.
La tercera era importante. Como suele dilucidarse en estos casos, se debatía entre la continuidad o la desaparición. Sinceramente, tal y como llegué, cansado, pensaba más en esta última posibilidad. Así lo manifesté en mi reflexión de sobremesa.
Pero no, no es así. Retomo el presente y el futuro.
Nace la #KddCanarias4.
Ahora, sí que me encuentro en disposición de poder responder algo mejor a la pregunta en cuestión.
Carlos se había empeñado desde un primer momento en su obsesión post-industrial que a mí me rechinaba. Producto, quería obsesivamente un producto. Su mente no dejaba de girar cual torbellino proponiéndonos posibilidades a Juan y a mí, mientras esperábamos al resto de contertulios.
Durante la primera parte, como dije, estaba cansado y no fui capaz de sacarle el partido requerido al encuentro.
Ya durante el almuerzo, surgieron interesantes conversaciones e intercambios de ideas. Se sumó una de las sensaciones y descubrimientos que enriqueció la #KddCanarias 3, abriendo perspectivas y horizontes, aportándonos una visión más amplia de la educación desde la vertiente de la psicología y la informática, pero ajena al mundo educativo. Fue un tal Diego Fajardo. Una tal MatiYure rápidamente me corrigió. No era Diego fajardo, su nombre era (debo asomarme al Twitter para comprobarlo) Diego F. Fariña. Su sola aportación, ya daba sentido a la Kdd.
Pero la cosa no se quedó ahí.
Carlos irrumpió nuevamente con su dichosa preguntita.
Todos y cada uno de nosotros, fuimos respondiendo o intentando hacerlo como buenamente pudimos.
Y a fe, que la charla fue enriquecedora y perfilaba, odio decirlo, un producto final.
Me llegó el turno. Por un momento pensé que me iba a librar de responderla, pero Carlos, atento a la jugada, no me permitió escabullirme.
Juan, imbuido del cochinillo segoviano con el que nos deleitamos la semana anterior y de algo más, habló de lluvia fina.
Y yo le seguí la corriente. Recordé una reflexión que hice en Segovia, cuando un compañero comentaba que era el último año que iba a permanecer en el centro en el que se encontraba. Yo respondí, que yo había tenido la fortuna de poder permanecer 20 años en el mismo centro y, que en vez de cambiar de centro, preferí cambiar el centro.
Regresamos a lo pretencioso. Obviamente, ni yo sólo he podido cambiar mi centro, ni el cambio producido hace totalmente irreconocible a mi centro. Comenté, que tras mucho años hablando en el desierto de las tics y su necesario cambio metodológico, en este curso, muchos compañeros se comenzaban a sumar.
El cambio que ha sufrido mi centro durante estos años, es inaccesible a una mente liberal de esas que pululan por nuestro mundo y que desgraciadamente, es corroborada por algunos compañeros, que lo simplifican todo a un estudiar o no estudiar.
Más allá de los expedientes académicos y las notas que los jesuitas han eliminado, podemos decir, que el centro ha cambiado al barrio (sin pretender ser muy pretenciosos).
Y, todo ello, sin renunciar a muchos reconocimientos a la labor de nuestros alumnos.
En educación, llevo años hablando de pagos diferidos. Conchita lo sabe bien. Cuando me acerco a un alumno complicado, no miro a su situación presente, sino que procuro proyectar en mi mente, el lugar en el que lo podría ver en unos años, sin torcer pesimistamente la mirada.
Con el profesorado, con los compañeros, intento actuar igual (siempre que humanamente puedo).
Y sí, Carlos, sí que vamos logrando cosas con esta KddCanarias. Recargamos pilas, nos enriquecemos y, como la luvia fina, vamos compartiendo algo de lo que recogemos en nuestros centros. Como bien decía Diego, primero en nuestros alumnos. Y, después, en nuestros compañeros.
Los cambios no se imponen, convencen, arrastran, ilusionan, transforman, e iluso el que piense que se hacen de la noche a la mañana.
Y RR que RR. ¿Y el producto?
Vale, Carlos, si lo llamamos de otra manera, hasta me lo planteo.
Pero no hizo falta. En ese momento el amigo José Antonio FRAGA, @o_fragha, nos envía un tuit premonitorio:
@Achinech @juambedo @jhergony @yaniduque @canyure @enegrint @soyverokila decirle a Juan que os deje hablar…
— José Antonio FRAGA (@o_fragha) Mayo 30, 2015
Juan y Enrique comenzaron a hablar de realizar un pequeño documental y un blog colaborativo... y en el diseño de ese producto estamos.
Hasta la próxima Un abrazo #KddCanarias3 #kddcanarias4 a ver, sí o sí, en la hermana isla de Gran Canaria: @o_fragha, @inmatics, @londones, @carmeniglesiasb, @JLBracamonte, @canyure, @Mayita_78, @soyverokila, @yaniduque @enegrint, @juambedo @aguatacuperche @myriammdm @MaestritaMila, @AngelaVargasP, @diegoffvega, @juanfisicahr, @Achinech y cuantos deseen acompañarnos.
Un abrazo y #kddcanarias4 #atadosalcambio.
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