El tardofranquismo ya constató el fracaso de las reválidas y de un sistema que situaba 27 de cada cien matriculados en la enseñanza primaria en la enseñanza media y únicamente a tres en la universidad.
Mantenía la coexistencia de dos sistemas educativos, uno para los hijos de familias acomodadas y otro para los sectores sociales menos favorecidos.
En este sentido, la LOMCE supone una vuelta atrás con unas pruebas que, junto a otras estudiadas medidas, busca (tal y como se ya indican los datos) una disminución del número de alumnado en nuestras universidades públicas y el fomento de universidades privadas, poco viables sin un previo deterioro de las públicas.
En el Gobierno ya podían hacérselo mirar (este valioso documento del NODO), para comprobar hasta qué punto su pretendida reforma era cuestionada en muchos aspectos, no ya sólo por la inmensa mayoría de la comunidad educativa, sino, incluso, por la propia dictadura franquista.
Las reválidas no son el único problema de la LOMCE, solamente uno de todos los que pretender restringir el derecho a una educación pública digna y retrotraernos a etapas anteriores a las últimas del franquismo, en el que únicamente puedan acceder a estudios universitarios unos pocos que puedan permitírselo.
No comments:
Post a Comment
Gracias por comentar.