Ahora que estamos dominados por el mundial de fútbol, podemos aprender alguna cosa de ese mundo y transferirla a la educación. En el mundo del deporte, para bien y para mal, siempre se han usado las emociones, con mayor o menor consciencia, como generadoras de energía. Evidentemente, si se usan bien, serán positivas y si se usan mal serán negativas. Y eso no es tan fácil, pero marca la diferencia entre un buen equipo y otro mejor. El ambiente del vestuario, las relaciones entre compañeros, el liderazgo democrático del entrenador (las imposiciones caen por sí mismas, el respeto se debe ganar en este terreno) el liderazgo en el campo asumido por el equipo (el equipo puede ser el propio líder) el equipo como una piña, animar al compañero que falla, que se sienta seguro y arropado cuando se equivoca, seguir siendo un equipo cuando vienen mal dadas...son claves en el ambiente de un equipo. Lo demás, viene dado.

Las emociones como aliadas del ascenso

"Con este objetivo han puesto en marcha este curso de inteligencia emocional ya que Guridi explicó que "el éxito profesional, en la vida y, en definitiva, la salud dependen en un 80% de las habilidades emocionales" El Diputado explicó que las "emociones están pendientes en todas las decisiones que tomamos y la gestión de las mismas resulta clave". Para ello han desarrollado con la Real este programa especial, una formación que ya se aplica en el "17% del profesorado, en el 30% de los centros escolares".

DOSSIER

EL DEPARTAMENTO DE INNOVACION IMPULSA LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DEPORTE

"Daniel Goleman, padre de la difusión de la inteligencia emocional reconoció públicamente que Gipuzkoa es líder mundial en su visión para crear una sociedad inteligente emocionalmente.

Y más recientemente, la semana pasada, Norman Longworth, experto y referente mundial en Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, ha afirmado en Donostia: “Estoy impresionado con lo que se ha hecho en Gipuzkoa en los últimos años. Se ha implantado una estrategia y van muy por delante de otros territorios y regiones europeas que a menudo se centran en el aprendizaje puramente económico. En Gipuzkoa se han dado cuenta de la importancia del aprendizaje social, de que el desarrollo económico y social son dos caras de una misma moneda y que el avance social incide directamente en el económico”