Resumen
Mª Esther Martínez-Figueira
Universidade de Vigo. Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte.
Manuela Raposo-Rivas
Mª Isabel Doval-Ruíz
Universidade de Vigo Facultade de Ciencias da Educación
La organización de la actividad formativa desarrollada en los planes de estudio derivados del proceso de Bolonia supone centrar la docencia en el estudiante y en su proceso de aprendizaje, orientando su trabajo autónomo dentro y fuera del aula. Para ello es necesario una renovación metodológica y la utilización de recursos novedosos, como es el caso del Aprendizaje Basado en Proyectos, en adelante, ABP (Moursund, 1999 [1]).
La experiencia que nos ocupa tiene como objetivo valorar la integración e implementación en el aula del ABP como formato para el desarrollo de las materias “Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación Infantil” y “Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación Primaria”.
Dicha experiencia fue realizada en los cursos académicos 2011-12 y 2012-13 con estudiantes del Campus de Ourense y Pontevedra en las prácticas de las citadas materias ubicadas en la Universidad de Vigo, respectivamente, en el primer cuatrimestre del grado de Educación Infantil y en el segundo de Educación Primaria. Para ello, se hace primero una breve descripción sobre cómo se han enfocado e impartido las prácticas de las citadas materias desde el Plan de Estudios del 2000 hasta el Plan de Estudios de Grado (2010).
Se muestra cómo se ha avanzado de unas prácticas totalmente dirigidas, primero sin una guía de aprendizaje y después con ella, para desarrollarlas, en la actualidad, bajo el modelo de aprendizaje ABP en el que los estudiantes planean, implementan y evalúan proyectos que tienen aplicación en el mundo real, más allá del aula de clase (Moursund, 1999 [1]).
En este contexto de Aprendizaje Basado en Proyectos nos planteamos como objetivo prioritario un desarrollo integral del futuro profesional de la educación en formación desde una perspectiva basada en el aprendizaje autónomo, al mismo tiempo que se abordan competencias genéricas como es el trabajo en grupo y la expresión oral, junto con las específicas relacionadas con la competencia digital. Para ello, el ABP estaba acompañado de unas “guías de aprendizaje”, que nos sirven para orientar la toma de decisiones sobre los proyectos de prácticas que realizan los estudiantes, más de 600 alumnos/as distribuídos en los dos campus, las dos materias, las dos titulaciones y en los dos últimos cursos académicos, lo que significa más de 75 estudiantes por grupo.
A partir de la percepción de las docentes implicadas y de la información reflejada en los propios proyectos de prácticas, destacamos que, no sólo hemos constatado una mejora en los resultados, sino también que el
alumnado se manifiesta partidario y en total acuerdo con utilizar esta metodología como apoyo al proceso de enseñanza, aprendizaje y evaluación.
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