Apostar por el transporte sostenible y colectivo es una medida necesaria de ahorro económico y medioambiental, tanto a nivel personal, como social. Son muchas las enfermedades y desajustes derivados del uso excesivo del transporte privado de vehículos.
Es cierto que la organización del transporte público en la actualidad no es la más adecuada, pues carece de un fomento de su uso, de la contemplación de su costo/ahorro desde una perspectiva global, de una buena red de transporte colectivo económica y eficiente para los ciudadanos. Pero no por ello, es menos cierto que nuestras ciudades, nuestra salud y nuestro medio ambiente lo están pidiendo a gritos.
En educación, es conocida la propuesta de Tonucci: "la ciudad para los niños". Recuperar el acceso a pie de los niños en colegios cercanos. Justo lo contrario de lo que se promueve actualmente desde el Ministerio de Educación, suprimiendo la preferencia de la cercanía al centro como criterio fundamental.
Las administraciones públicas deben potenciar la utilización de sistemas de transporte sostenibles, tanto en el ámbito de las mercancías como en el de viajeros.
En la actualidad, nuestro sistema de transporte tiene dos grandes inconvenientes:
- En primer lugar, que es un gran devorador de energía. En nuestro país, más del 40% del consumo de energía primaria se la lleva el sector del transporte, situándose incluso por encima del consumo industrial y del doméstico.
- En segundo lugar, es la contaminación o el gasto social difuso que ocasiona ya que provoca emisiones nocivas de gases y partículas a la atmósfera, la ocupación en las zonas urbanas de un bien escaso y caro como lo es el suelo público.
El transporte sostenible de pasajeros es hoy en día el que menos ayudas recibe por parte de las administraciones públicas. Las administraciones no lo favorecen para nada en cuanto a la concesión en los presupuestos y dan más importancia a la construcción de carreteras, que a la inversión en el transporte público en general.
Debemos potenciar una movilidad sostenible como manera de mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad, y reducir la contaminación visual, ambiental y acústica. Y para ello es indispensable reivindicar el uso del transporte público, la bicicleta y el comportamiento sostenible con el vehículo privado.
Las decisiones en materia de transporte público y movilidad urbana deben tomarse con criterios racionales y pensando en el largo plazo, y no dejarse llevar únicamente por motivos electoralistas o de imagen pública.
EEl transporte público y los sistemas de movilidad alternativa son la solución a muchos de los problemas de nuestras ciudades.
Debe apostarse por la intermodalidad: cada medio de transporte debe jugar un papel complementario, y no deben ser tratados como competencia entre sí. El usuario debe situarse en el centro de acción para ofrecerle un transporte público eficiente, de calidad, fácil de usar y accesible, opte por el medio que opte.
La bicicleta no debe ser tratada como un juguete o un divertimento para los fines de semana, sino como un medio de transporte más con todos sus derechos. Sola o en combinación con otros medios, puede ayudar a mejorar nuestros problemas de movilidad, como es habitual en muchas otras ciudades de España y Europa.
Los medios sostenibles, y especialmente el peatón, deben recuperar para sí nuestras ciudades. Actualmente se encuentran invadidas por el vehículo privado, que goza de inexplicables privilegios a pesar de ser el medio de transporte más ineficaz y dañino para la ciudad.
Si hubiera en nuestras ciudades un transporte colectivo eficiente, económico y que tuviese en cuenta su costo global en comparación con el uso de los vehículos privados (gastos sanitarios, medioambientales, salud...) su su uso sería más habitual y los beneficios colectivos mayores.
Un coche nos cuesta una fortuna cada año, sobre todo si tenemos en cuenta los daños y gastos colaterales que conllevan (sanitarios, medioambientales...). Realmente los coches son un un lujo, y por eso su compra o no compra, debe ser analizada minuciosamente no cuando estamos en el concesionario, sino antes, cuando nos viene a la cabeza la idea.
Habrá quien no pueda prescindir de él, pero hay muchísimas personas que cuentan con alternativas que hacen innecesaria la adquisición de un coche y no siempre las tienen presentes: desde el car-sharing o el car-pooling, incluyendo el slugging, y hasta llegar… al coche de San Fernando (un ratito a pie y otro andando, para los que lo hayan olvidado).
El 43 % de los trayectos que se realizan diariamente en las ciudades de España se consideran movilidad obligada, es decir, necesaria para llevar a cabo nuestras tareas y compromisos sociales. (generalmente ir al trabajo o a estudiar). Y en el caso de la movilidad relacionada con el trabajo, un 68.3 % de los desplazamientos se realiza en coche.
La tasa de ocupación del automóvil privado está en torno a 1,2 ocupantes por vehículo.
El uso actual del coche es un derroche global.
De ahí que se estén planteando algunas iniciativas para el uso racional del coche o para su no uso, para aumentar el ahorro no sólo en lo personal, que también, sino en lo global, en lo que gastamos todos y cada uno de nosotros para mantener el actual volumen de tráfico en las ciudades de nuestro país.
Alternativas:
Recurrir al transporte colectivo siempre que sea posible.
- Exigir a nuestros gobernantes un buen servicio de transporte público, económico, accesible y regular. Todos saldremos ganando.
- Uso del car-sharing o coche multiusuario que permite el uso del vehículo sin que seamos su propietario. Se calcula que un coche permanece aparcado un 97 % del tiempo. Supone una infrautilización flagrante de un vehículo que pagamos pero no aprovechamos. Compartircoche.org. Red de municipios, empresas y organismos que fomenta el servicio de compartir coche.
- Practicar el car-pooling o coche compartido. Compartir el coche entre personas que lleven a cabo un desplazamiento compatible con varios compañeros de viaje. Con las facilidades que nos da la red, es muy sencillo organizar el car-pooling entre usuarios.
- El slugging es un paso más allá en el car-pooling, y consiste en un viaje compartido improvisado… pero que está fuertemente organizado. Objetivo llenar el coche de personas para poder emplear los carriles VAO de acceso y salida de las ciudades, donde se exige un número mínimo de ocupantes. La improvisación viene porque los sluggers (o usuarios de esta modalidad de transporte) no se conocen entre ellos antes del viaje, y la organización está en que los usuarios forman colas en la calle dependiendo de la ruta que lleve cada coche que pasa. Como quien espera un autobús, pero como coche compartido.
- Caminar o ir en bici es el medio de transporte más sano y barato.Exigir a nuestros gobernantes:
- El establecimiento de una red de carriles bici
- Preferencias de peatones y ciclistas
- Creación de redes de bici y bicis eléctricas para uso ciudadano
En la siguiente infografía encontrarás resumidos todos los gastos que conlleva un coche, desde el más inmediato, que es su compra, hasta otros indirectos, como el seguro, los impuestos, el mantenimiento… y la gasolina o el gasoil.
Descubre lo que te cuesta cada kilómetro que haces en coche.
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