Pedro García Aguado (Hermano Mayor) |
Una verdad como "un templo" que muchos olvidamos o pasamos por alto en algunas ocasiones.
No está de más recordarlo de vez en cuando, ¿no?
Nustros hijos, como nuestros alumnos, son como son, con sus virtudes y cosn sus defectos. Debemos aceptarlos como son y tratar de ayudarlos para quesean la mejor versión de sí mismos que puedan, pero sin dejar de seer lo que son.
Tenemos alumnos con mayores y menores capacidades, pero no son mejores ni peores personas por ello, ni merecen mejor o peor trato, ni cometen un delito por ser como son. A todos, debemos ayudarlos a desarrollar sus potencialidades.
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