Se me acaban las palabras, les dije un día. Creo que el Mediterráneo se convirtió por momentos en un océano de alegría y pena.
Hoy, sin haber apenas comenzado, les vuelvo a decir lo mismo: el Mediterráneo se convirtió por momentos en un océano de alegría.
Pero esta vez no de pena.
Eso sí, las palabras se me agotan sin poder capturar en ellas todo lo que pretendo.
Parábolas Blogmaníacas.
Pero no se asusten. No voy a hacer comentarios... les dije hace poco.
No puedo menos, que hacer un testamento blogmaníaco. Al menos, intentarlo.
Y es que, lo han vuelto a hacer...
Lo 1º de todo es que me he quedado sin palabras (y eso que estaba algo sobreaviso). Les aseguro que no es fácil que me pase. Así que voy a intentar conjugar algunas para intentar acercarme a su nivel.
No tengo más remedio que escribir una nueva Carta Blogmaníaca.
Siempre comento que en nuestra profesión existen los pagos diferidos. Esos que a los que en los peores momentos debemos recurrir. Esas huellas doradas que quedan grabadas en nuestras almas...
No siempre es fácil, aunque intentemos prepararlo.
No siempre es posible, aunque lo deseemos.
No siempre sucede, aunque tratemos de provocarlo.
En las relaciones humanas, esas que tan complicadas hacemos a veces, no siempre es fácil conectar con las personas de una manera especial. Además, es algo que no se puede preparar ni inventar. En la mayoría de las ocasiones no sabemos, ni siquiera, las razones por las que sucede...
Pero son esos momentos, esas huellas, las que hacen que la vida cobre sentido. Las que llevamos gustosos en nuestras mochilas, para que cuando desfallezcamos en el camino, paremos un rato y tomemos provisiones.
Durante estos años se estableció entre nosotros una de esas relaciones peculiares que nos marcan de alguna manera. De esas que siempre nos harán mirar atrás de cuando en cuando para asegurarnos de que existieron, de que fueron reales, de que merece la pena vivir por momentos como esos.
Intentamos muchas cosas. Hubo muchos retos. Siempre superados.
Nos contagiaron.
Y dar las gracias, porque cuando regalamos algo ya no es nuestro. Es de todos.
Los Blogmaníacos siempre han sabido realizar buenas preguntas.
Y han dado mejores respuestas.
No me equivocaba.
La respuesta estaba en el viento.
No me equivocaba.
Ya me emocionaron las palabras de Conchita. Me gustaron, más aún, me sonrojaron. Sobre todo ese título que sí que no me gustó porque no creo sinceramente ser merecedor. No así el subtitulo y todo lo que le siguió.
Pero sí que me sonrojó...Y algo más. Tenía la puerta de mi despacho entreabierta y no sabía si cerrarla o que otra cosa hacer, deseando que no apareciese nadie.
No fue una relación cualquiera. Me reí mucho con los Blogmaníacos, descubrí con ellos que significaba realmente eso del 2.0, que la emoción no sólo era posible en la red, sino que además era real.
Todo eso era más que suficiente, era sobresaliente para poder soportar las regañinas de una profe a la que, sinceramente, no nunca he sabido cómo soportaban.
Y, es que, afortunados Blogmaníacos, cuando uno regresa sobre sus pasos, física e interiormente, y se siente satisfecho al hacerlo, es que uno ha vivido, y que lleva provisiones en su mochila.
Las provisiones que llevan ustedes, esas que les han hecho soportar a su antigua profesora, les acompañarán siempre. La fortuna de haber contado con una profesora que les ha contagiado ilusión, la comienzan a valorar ahora que empiezan a mirar atrás.
Ella no es menos afortunada. En una profesión que se puede tornar dura por momentos, tener la fortuna de contar con alumnos que no sólo reciban la energía que les tratas de transmitir, sino que encima ellos te aporten carga a tu propia batería... Energía Blogmaníaca que enriquece a cualquier profesor y que a Conchita ha hecho grande.
Le doy al primer play.
Aparece Nacho.
Vuelvo a mirar hacia la puerta...
Doy a la pausa.
Aparece Julio. Mi jefe de estudios y, sin embargo, amigo.
Vuelvo a dar al play. Lo comparto, orgulloso... y me arrepiento por momentos...la fuerza que tuve que hacer...
Veo imágenes de los antiguos blogamníacos. Me retrotraen...
Pero cuando aparece Nacho diciéndome que yo esperaba que la sorpresa me la dieran los actuales blogmaníacos y no ellos...¡Qué voy a decir con palabras...! Percibir la emoción en su rostro...
Le di nuevamente a la pausa y le dije a Julio que ya le enviaría el post.
Nada menos que Don Joaquín, el hombre de las mil caras, venía a felicitarme ¡Cómo no iba a acordarme de ti con las veces que me hiciste reír. Cada día lo haces mejor, capitán!
La segunda generación de Blogmaníacos fue especial: Noé, Nacho, María José, Jasmin, Julia, Raquel, Javier, Enrique, Álex, Israel, Irina...que grandes sois.
Gracias a todos por haber grabado momentos inolvidables. Es para mí una gran alegría que hayan sido capaces de regresar y lo hagan con tanto gusto a ese colegio de Jacarilla que siempre será su colegio. Han tenido la fortuna de haber tenido una profesora como Conchita que lo ha hecho posible. Ella también tiene la fortuna de poder disfrutarlo y hacerlos inolvidables.
Y yo, de regreso a la emoción, sólo puedo mostrarles mi agradecimiento por algo que me ha llegado tan adentro, por haber llenado mi mochila de provisiones que a buen seguro nunca olvidaremos.
Un gran abrazo para todos.
¡Y qué decir de Carlos, Diego, Miguel, Antonio, Andrea... y toda es maravilloosa 3ª generación de Blogmaníacos! ¡Qué me han dado bastante más de lo que he podido darles! Con sus comentarios, agradecimientos, dibujos, vídeos, historias, enseñanzas...Tremendos artistas.
Eso sí, me pusieron una cara de enfado que hasta yo me asusté, jeje.
Espero poder aportarles algo de lo mucho que ustedes me han dado.
Blogmaníaca es la visión, la que transporta más allá de los muros del aula, la que emociona, la que engrandece...la que hace sentir.
Espero seguir teniendo noticias de las venturas y desventuras (a mayor seguridad de las primeras) de estas generaciones de Blogmaníacos, adalides de la creatividad y la emoción 2.0 y de su profesora, broncas incluidas.
En fin, que...
Quedan muchos cuentos por contar sobre las andanzas venideras de estos blogmaníacos. A buen seguro que compartirán algunas con nosotros y sabremos de sus aventuras y logros.
"Bien, dijo el cura, me parece esta novela; pero no me puedo persuadir que esto sea verdad, y si es fingido, fingió mal el autor, porque no se puede imaginar que haya Blogmaníacos tan necios que quieran hacer tan costosa experiencia. Si este caso se pusiera entre unos Blogmaníacos y Conchita, pudiérase llevar; pero entre todos, algo tiene de imposible, y en lo que toca al modo de contarle, no me descontenta".*
* Adaptación Blogmaníaca del final de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha".
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¡Vaya recopilación de experiencias compartidas en forma de enlaces que has hecho!
ResponderEliminarMuchas gracias por el esfuerzo y el tiempo que nos sigues dedicando; es de un gran valor para nosotros.
Una entrada entrañable la que dedicas a comentar nuestro "homenaje" (aunque sé que no te gusta esta palabra, no sé qué otra usar más apropiada). A los chicos/as les gustará saber estos detalles que te hacen tan humano (y viene bien, porque para mis alumnos/as estás a bastantes metros sobre el suelo, más cerca del cielo que el resto de los mortales, supongo que lo has visto en muchos de los fotomontajes que te han dedicado).
¡Así que, don Jesús, a mantener el tipo, que es muy duro esto de sobrellevar la fama (y ya ni te digo lo de ser tutor virtual)!
¡Ánimo para esto y para todo en la vida!
Te lo desean tus fans incondicionales, los "Blogmaníacos".