El problema no son las galletas en sí mismas, sino el tipo de grasas que les están poniendo. Cuando ponen "grasas vegetales" directamente hay que sospechar, puesto que si fueran buenas las especificarían. Cuando las disimulan con "parcialmente hidrogenadas" hay que evitarlas, pues se corresponden con las grasas "trans". Cuando aparece en la etiqueta que contiene aceite de oliva, debemos saber que la ley le permite en un determinado porcentaje mezclar otras grasas, por lo que habría que presionar para que cambie esta ley (si pone aceite de oliva, que sea aceite de oliva) y habría que ver encima si se cumplen estos porcentajes.
Además de esto, los azúcares que suelen usarse provienen en muchos casos de maíz modificado (que en España nos está invadiendo). Por no hablar de
los consabidos conservantes, acidulantes...
Fuente de lo que sigue: http://www.ocu.org
Galletas María: deben identificar las grasas
La OCU analiza las galletas de desayuno tipo “María”. Las grandes diferencias de precio entre unos productos y otros (hasta el 360%) y la falta de información sobre un aspecto tan importante como es el tipo de grasa utilizada son los puntos más destacables del estudio.
Madrid, 30 de agosto de 2010. La OCU ha realizado un informe de galletas de desayuno. La Organización ha analizado 35 marcas de galletas María (16 clásicas y 19 doradas) con el objetivo de comparar precios, calidad, sabor y comprobar la información que ofrecen en el etiquetado. De los 35 productos analizados, 24 etiquetas no indican qué tipo de grasa utilizan.
El estudio de la OCU ha detectado una importante diferencia de precios entre las galletas analizadas, la diferencia puede llegar hasta un 360%. Aunque las galletas se caracterizan por ser un producto barato, el ahorro obtenido de elegir unas galletas a otras puede ser importante: la OCU indica que en un desayuno ideal se toman 8 galletas al día, aproximadamente, por tanto, el ahorro anual puede llegar casi a los 60 euros.
La OCU ha medido, además, la resistencia de la galleta cuando se moja en la leche, y el número de galletas rotas que hay en un paquete. La Organización considera que no es tolerable más de un 15% de galletas rotas (unas 3 por paquete).
En el apartado de degustación las galletas analizadas mejor posicionadas son las doradas. Esto se debe a que tienen un mayor porcentaje de grasa y azúcar. Y el origen de esa grasa es un aspecto que preocupa mucho a la OCU: 24 de las 35 marcas analizadas no especifican que tipo de grasa vegetal contiene la galleta. Esta falta de información perjudica al consumidor que no sabe si es un aceite “saludable” como el de girasol o de oliva, o se trata de otros menos saludables como el de palma o el de coco. La OCU se ha puesto en contacto con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para que promueva la obligatoriedad de informar de este aspecto en el etiquetado de los alimentos.
Encontrará información más detallada sobre el análisis de galletas María en el artículo de la revista OCU-Compra Maestra del mes de septiembre.
2 comentarios:
¡Son unos datos muy preocupantes!
¿Es que ya no quedan cosas "sagradas"? ¿Es que van a destruir uno a uno todos nuestros mitos?
¿También las galletas María, santo y seña de todas las generaciones precedentes?
¿A dónde vamos a ir a parar?
En serio, gracias por la información, creía que las galletas por ser alimento principalmente infantil, estarían a salvo, pero veo que no. Estaremos atentos.
Saludos.
Precisamente en la alimentación infantil es donde mayores burradas se hacen. Donde se encuentre el vil metal, este sea el fin y no importen los medios...muchas cosas son posibles.
Gracias por tu comentario Conchita
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