domingo, 25 de noviembre de 2012

Cómo se sucidan los bolígrafos de nuestros alumnos


Hoy me cuestionaba un viejo amigo la ideoneidad de las nuevas tecnologías. Me comentaba que no eran la panacea y que en su centro, a pesar de tener buenos medios, gustaban aún de hacer mucho uso del bolígrafo y de la escritura.

Yo le cuestioné sobre la vida de dicha herramienta que tantos y tan buenos servicios ha prestado a la humanidad y también tantos y tan malos.

Recuerdo la importancia superior que le daba una profesora a la letra cuando le cuestioné acerca de su paulatina desaparición. 

Vale que se intente escribir de una manera legible, pero de ahí a a darle más importancia que a las herramientas que ya están moviendo el mundo y que la están haciendo innecesaria.

Vale que las nuevas tecnologías por sí mismas no van a cambiar el mundo.

Vale que hay que seguir pensando para sacarle partido a la tecnología, o mejor sería decir que comenzáramos a pensar, a crear, a aprender y dejar de estudiar, usando, en este caso, las nuevas tecnologías, que a fuerza de repetirlo se va a quedar en viejas sin que en tantos casos hayan cruzado las paredes sólidad de muchas aulas o que cuando lo han necho ha sido para repetir, digamos, metodologías.

Un amadura alumna de bachillerato nos da una lección y nos invita a reflexionar en uno de sus post sobre estas cuestiones.
Vía Blogmaníacos

Mundo ininteligible.

 El otro día me examiné de Platón. Fue una hora y media tediosa, casi que se reproducía la desidia en el aire y la prisa y el asco y las ganas de comer ya.
La multitud de bolígrafos se suicidaba mientras mi hiperlaxitud inquieta se revivía. 
"Venga Irene. Ya sólo quedan dos preguntas".LEE EL POST COMPLETO

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