sábado, 7 de abril de 2018

Sanfelices, una película por la educación (Pública) intergeneracional



Les voy a confesar algo (no son sin algo de sonrojo). Creo que en ninguna película había llorado tanto. Probablemente, porque vi muchos aspectos de mi vida personal y profesional reflejados en ella. Pero no solo por eso. Creo que es una película y un proyecto que realmente valen la pena.

Hace ya algunos años, que ese proyecto nos cautivó, sacó nuestro lado más romántico y nos decidió a apoyarlo desde Cero en conducta (Sanfelices. La película de los 14 porqués).

Ahora que está tan de moda hablar de proyectos de emprendeduría en educación (tantas veces desde postulados ridículos en los que no se disimula su proselitismo), este sí que ha sido y es, todo un proyecto real de emprendeduría que saca a la luz todo lo mejor de la Educación Pública y sus valores. Lo consideramos merecedor de reconocimiento en este y otros sentidos y animamos a su director,  Roberto Lázaro, y a su equipo a presentarlo a eventos que lo pongan en valor y ayuden a su última fase de necesario conocimiento público.

Horas y horas de trabajo y amor por su trabajo y la Educación Pública nunca pagado debidamente van cargados en esta

Hagamos un poco de memoria.

Este proyecto nació en un instituto de enseñanza pública de Madrid, el I.E.S Pradolongo, en el barrio de Usera, en plena crisis, cuando un grupo de antiguos alumnos se dirigió a Roberto Lázaro, y le plantearon la posibilidad de sacar adelante un proyecto cinematográfico.

Roberto, haciendo gala de ese romanticismo comprometido que tienen tantos docentes de la eonseñanza pública, se embarcó en la creación de ese proyecto. Y no lo hizo de cualquier manera. Lo hizo con un proyecto, que pretendía ser digno con los nuevos profesionales y digno con esa educación pública que tanto defiende.

No fue fácil y sigue sin serlo. Pero hoy, tras arduos años de trabajo y superando mil y una dificultades, por fin vio la luz en los cines Golem de Madrid, en un preestreno para su equipo y para aquellos que lo apoyaron.

En Cero en conducta, hemos tenido la fortuna de que nos invitaran a este estreno de la película Sanfelices,

El guión de la película fue escrito por Roberto Lázaro junto a Miguel Muño, un exalumno, a partir de una idea y argumento que en parte rozaba hechos reales muy próximos a su vida.

La película , Sanfelices, igual que en su día hizo el proyecto, no nos decepcionó. Muy al contrario, la consideramos un producto muy profesional y digno, propio de los valores que defiende la Educación Pública. 

Es por ello que, desde Cero en conducta, hemos decidido poner todo nuestro empeño en que este proyecto cargado de valores intergeneracionales, llegue al mayor número de espectadores posible.  Roberto solicitó nuestra colaboración para ello. Ràpidamente me puse en contacto con esa generadora de sueños que es Mercedes,  nuestra coordinadora y verdadera alma mater. Sin dudarlo ni un instante, decidió intentar poner todo su empeño en un que la difusión de este proyecto sea una realidad. Por intentarlo nosotros, no va a quedar.

Animamos a todos aquellos que creen en la Educación Pública y en la necesidad de acercar generaciones, que apoyen y no se pierdan está película cargada de valores y buen hacer.

SINOPSIS

MANUE es un chico joven que acaba de empezar sus estudios en la universidad y le gusta compartir las noches con sus amigos. Su vida dará un giro cuando su madre, ELENA, sufre una embolia.  Dejará de salir con sus amigos y descuidará sus estudios de veterinaria para trabajar en una granja de acogida de animales y así poder pagar las atenciones del Centro de Día donde su madre acude a diario, ya que a causa de la crisis y los recortes no ha obtenido plaza en uno público.

Allí Elena conoce a CARMELO, un tipo muy curioso que acaba de llegar al barrio desde un pequeño pueblo donde ha sido pastor toda la vida. No se acostumbra a vivir en la ciudad y siempre va acompañado de su nieto, un friki de los juegos de rol. La pasión de Carmelo por la astronomía le hace muy peculiar. Elena vivirá con él una bonita amistad que le aportará una gran dosis de vitalismo, ya que tras haber dejado su trabajo como maestra y sin saber apenas leer y escribir a causa de la enfermedad, su vida se ha transformado y la ha convertido en una persona dependiente. Carmelo es, por tanto, un entretenimiento y una ayuda.

Una recaída acaba con la ilusión de Elena. Su enfermedad se ve agravada. Es entonces cuando decide viajar con Manuel al pueblo de Sanfelices, el primer lugar donde ella ejerció como maestra, el lugar donde se enamoró y nació su hijo. Es el momento de contestar a todas las preguntas que Manuel se ha hecho estos años.

En Sanfelices se evidencia el profundo amor que sienten el uno por el otro, pero también surge el momento para que Elena lleve a cabo una importante decisión por el bienestar de su hijo.