Siempre he tenido la sensación de que las diferentes puestas en práctica de la teoría de los aprendizajes múltiples y sus estilos era algo artificial, sesgado, extremista y que respondía a intereses de marketing educativo.
Margie Meacham, apoyándose en recientes investigaciones neurocientíficas sobre la manera en la que aprendemos, desmonta algunos de estos mitos.
Imagen vía Learning ToGo |
Margie Meacham nos plantea cómo, a lo largo de los años, los educadores han desarrollado muchas teorías sobre el proceso de aprendizaje. Sin embargo, ahora que la ciencia ha desarrollado herramientas para probar estas teorías, se está demostrando que algunas de ellas eran falsas. Meacham señala que la teoría de "los estilos de aprendizaje" es una de esas antiguas "verdades" que ahora se clasifican como "mito".
El mito según Margie Meacham.
Las personas se pueden clasificar en función de su "estilo de aprendizaje". Una vez que tengamos esta información, la capacitación será más efectiva si se lleva a cabo de acuerdo con el estilo preferido por cada alumno. Llevado al extremo, esto requeriría que el docente presentase el mismo material de múltiples maneras: vídeo para "aprendices visuales”, audio para "estudiantes auditivos", y así con todos los demás.
Meacham entiende que, una vez que esta idea se apoderó de algunas prácticas docentes, se desarrolló una industria que ha movido mucho dinero y que ha evolucionado para ofrecer a los profesores y formadores "herramientas" para ayudarles a identificar y aplicar los estilos de aprendizaje en su trabajo.
Los Estilos de Aprendizaje a los ojos de la ciencia.
Cuando la ciencia estudia los estilos de aprendizaje esta teoría se desmorona. Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Educational Psychology no encontró "ninguna relación estadísticamente significativa entre la preferencia de estilo de aprendizaje... y la aptitud para aprender". Y son ya múltiples estudios los que han llegado a conclusiones similares. Como Daniel Willingham afirma, no hay evidencia creíble de que las preferencias de aprendizaje tengan un impacto en la eficacia del aprendizaje. Puedes acceder a más información sobre este aspecto en el sitio Debunker Club, en el cual un grupo de profesionales del aprendizaje se dedica a disipar los mitos sobre el aprendizaje.
Sin embargo, señala Meacham, seamos claros acerca de lo que están diciendo estos estudios. Puede ser cierto que cada uno de nosotros tiene una preferencia por la forma en que recibimos la información. Lo que ha desacreditado la ciencia es la creencia de que la formación debe estar alineada con esa preferencia para garantizar la máxima eficacia.
El peligro del Mito Estilos de Aprendizaje
Margie Meacham no pretende decir que todos los mitos son malos. Una buena historia puede llevar a un estudiante a una comprensión más profunda del contenido que una simple enumeración de hechos. Sin embargo, cuando un mito contradice directamente los hechos y le lleva a actuar en contra de este hecho puede tener consecuencias negativas, incluso peligrosas. Hoy en día, muchos educadores siguen aplicando el concepto de estilos de aprender para "personalizar" el aprendizaje. Toda una generación ha estudiado basándose en que el aprendizaje debe ser presentado a los alumnos de acuerdo a sus preferencias. Es una situación muy similar a lo que en la actualidad sucede con la industria de las noticias. El Centro Pew reveló recientemente que más del 60% de los estadounidenses obtienen sus "noticias" sobre todo de Facebook. Dado que los algoritmos de Facebook ajustan el contenido del canal de noticias mediante la actualización de los amigos, sus gustos y otras noticias que ofrece el sitio, con el tiempo el servicio de noticias se convierte en un reflejo de las propias creencias. La red está dando las noticias de la forma que sus usuarios prefieren verlas. Pero eso no quiere decir que te dé la verdad.
Pasando a la acción:
Meacham señala que
- Si estás pagando por un instrumento de prueba estilos de aprendizaje, hay buenas noticias. Puedes dejar de pagar por una herramienta inútil y poner tu dinero en otra parte.
- Si estás construyendo cursos en múltiples modalidades para satisfacer diferentes estilos de aprendizaje, puedes ahorrarte tu energía y desarrollar una formación más eficaz.
- Si estás llevando a cabo programas de formación de formadores o de formación de docentes, puedes eliminar todo el capítulo “estilos de aprendizaje” y pasar más tiempo en aplicaciones prácticas de la neurociencia para el aprendizaje.
- Si te encuentras con un colega que aún no es consciente de que los estilos de aprendizaje han sido refutados en gran medida, puedes ayudarle a actualizar su comprensión.
Cuando Margie Meacham comenzó su serie de blogs señaló que los neurocientíficos fueron disipando mitos que muchos profesionales del aprendizaje habían creído durante décadas. Predijo que era solo cuestión de tiempo que fueran refutados por la ciencia emergente. Ese momento ha llegado.
Hace varios años, escribió un artículo para ATD del (entonces ASTD), Learning Circuits, sobre cómo aplicar los estilos de aprendizaje para construir una formación virtual más eficaz. Recientemente Margie Meacham preguntó a ATD sobre la posibilidad de retirarlo. Lo hizo porque la información contenida en el artículo no podría ser apoyada por los hechos conocidos.
Conclusión
Si bien todos somos profesionales del aprendizaje, también somos aprendices. La calidad de nuestro trabajo depende de nuestra capacidad para incorporar lo que descubrimos sobre el aprendizaje en la práctica. Afortunadamente, hemos heredado una herramienta exquisitamente poderosa para este fin:
- Nuestro cuestionamiento continuo.
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