Entrevista a Ken Loach, director de "La parte de los ángeles" (The Alngel´s Share) en el diario "Público"
El británico Ken Loach es uno de los cineastas más comprometidos con la justicia social. A sus 76 años y a punto de estrenar en España The Angels' Share, que se hizo con el premio a Mejor Producción Europea otorgado por la SGAE en el último Festival de Cine de San Sebastián, el británico ha visto cómo sus historias de minorías sociales han terminado por convertirse en las de las mayorías.
"En realidad, la clase trabajadora siempre ha sido mayoría", señala Loach, "pero ahora el desempleo está creciendo a unos niveles realmente preocupantes y cuando la gente se queda sin trabajo, además, los Gobiernos le están recortando los subsidios, empeorando aún más su situación".
Loach se muestra muy crítico con las medidas de austeridad desplegadas por los Gobiernos para atajar los efectos de la crisis, no sólo en Reino Unido, sino en el resto de la Unión Europa, hasta el punto de llamar a la sociedad a "cambiar la dirección de las políticas seguidas en Europa, esas que persiguen salvar a los bancos en lugar de a las personas".
Como buen activista, Loach no se quiere quedar cruzado de brazos y ya está trabajando en un documental, titulado Spirit of 45, con el que quiere transmitir un mensaje muy claro: "es posible recuperar el espíritu que floreció tras la Segunda Guerra Mundial, aquella humanidad" que llevó al Gobierno a cuidar realmente de las personas, a alumbrar el Estado de Bienestar que hoy se está desintegrando.
Este espíritu del 45, del que se empapó la clase trabajadora, ha sido traicionado por los políticos, explica Loach, que destaca que "no hemos sido lo suficientemente fuertes para salvaguardar la democracia", haciendo especial hincapié en el hecho de que "hemos perdido a la izquierda real en la política, se ha esfumado".
Precisamente por este motivo, para el cineasta son tan importantes los movimientos sociales y, al mismo tiempo, "es normal que los Gobiernos los criminalicen, es su manera de actuar y lamentablemente no debería sorprendernos". Loach asegura que "es lo que han hecho los Gobiernos siempre; el poder no es democrático".
Ahora, Loach se ha volcado con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, hasta el punto de ser uno de sus nueve avalistas que aportaron para la fianza del australiano 140.000 libras (casi 157.000 euros). Recientemente, un tribunal de Westminster sentenció que Loach y el resto de avalistas debían reunir y pagar otras 93.400 libras (unos 105.000 euros) antes del próximo 6 de noviembre. El motivo ha sido considerar que el asilo de Assange en la embajada de Ecuador desde el pasado 19 de junio viola los términos de su libertad condicional.
Con todo, Loach mantiene su apoyo al fundador de WikiLeaks y, aunque reconoce que no sé cómo va a terminar todo esto", asegura que "el caso de Assange es un buen ejemplo de cómo el poder criminaliza a quién le estorba. Assange y WikiLeaks revelaron los secretos de EEUU, sus actividades ilegales en Irak, y ahora es víctima de una persecución".
El británico Ken Loach es uno de los cineastas más comprometidos con la justicia social. A sus 76 años y a punto de estrenar en España The Angels' Share, que se hizo con el premio a Mejor Producción Europea otorgado por la SGAE en el último Festival de Cine de San Sebastián, el británico ha visto cómo sus historias de minorías sociales han terminado por convertirse en las de las mayorías.
"En realidad, la clase trabajadora siempre ha sido mayoría", señala Loach, "pero ahora el desempleo está creciendo a unos niveles realmente preocupantes y cuando la gente se queda sin trabajo, además, los Gobiernos le están recortando los subsidios, empeorando aún más su situación".
Loach se muestra muy crítico con las medidas de austeridad desplegadas por los Gobiernos para atajar los efectos de la crisis, no sólo en Reino Unido, sino en el resto de la Unión Europa, hasta el punto de llamar a la sociedad a "cambiar la dirección de las políticas seguidas en Europa, esas que persiguen salvar a los bancos en lugar de a las personas".
La criminalización del activismo
Para el realizador de películas como Tierra y Libertad (1995), Sólo un beso (2004), Sweet sixteen (2002) o Buscando a Eric (2009), movimientos sociales como Occupy London o el 15-M cumplen un papel fundamental en el momento actual, cuando la crisis económica más golpea. Desde su punto de vista, "este tipo de movimientos son muy positivos, desarrollan una militancia ciudadana que pueden ayudar a recuperar lo perdido".Como buen activista, Loach no se quiere quedar cruzado de brazos y ya está trabajando en un documental, titulado Spirit of 45, con el que quiere transmitir un mensaje muy claro: "es posible recuperar el espíritu que floreció tras la Segunda Guerra Mundial, aquella humanidad" que llevó al Gobierno a cuidar realmente de las personas, a alumbrar el Estado de Bienestar que hoy se está desintegrando.
Este espíritu del 45, del que se empapó la clase trabajadora, ha sido traicionado por los políticos, explica Loach, que destaca que "no hemos sido lo suficientemente fuertes para salvaguardar la democracia", haciendo especial hincapié en el hecho de que "hemos perdido a la izquierda real en la política, se ha esfumado".
Precisamente por este motivo, para el cineasta son tan importantes los movimientos sociales y, al mismo tiempo, "es normal que los Gobiernos los criminalicen, es su manera de actuar y lamentablemente no debería sorprendernos". Loach asegura que "es lo que han hecho los Gobiernos siempre; el poder no es democrático".
Assange, víctima de una persecución
Si por algo se ha caracterizado la carrera de Ken Loach, militante troskista que llegó a pasar por la facultad de Derecho de Oxford, ha sido por recoger historias de minorías, retratar las vidas de los más débiles y apoyar causas que los poderosos consideran perdidas. Ya lo hizo con la causa saharaui en 2009, cuando apoyó junto a su guionista y amigo Paul Laverty a la activista Aminatou Haidar durante su huelga de hambre.Ahora, Loach se ha volcado con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, hasta el punto de ser uno de sus nueve avalistas que aportaron para la fianza del australiano 140.000 libras (casi 157.000 euros). Recientemente, un tribunal de Westminster sentenció que Loach y el resto de avalistas debían reunir y pagar otras 93.400 libras (unos 105.000 euros) antes del próximo 6 de noviembre. El motivo ha sido considerar que el asilo de Assange en la embajada de Ecuador desde el pasado 19 de junio viola los términos de su libertad condicional.
Con todo, Loach mantiene su apoyo al fundador de WikiLeaks y, aunque reconoce que no sé cómo va a terminar todo esto", asegura que "el caso de Assange es un buen ejemplo de cómo el poder criminaliza a quién le estorba. Assange y WikiLeaks revelaron los secretos de EEUU, sus actividades ilegales en Irak, y ahora es víctima de una persecución".
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