El psicólogo Haim G. Ginoot afirma:
El castigo no inhibe la mala conducta. Con este método sólo se consigue que el transgresor sea más cauteloso a la hora de cometer el delito, más hábil en no dejar pistas y más experto a la hora de escapar. El niño castigado aprende a ser más cauteloso, no más honesto ni responsable.
El doctor Albert Bandura comenta:
El castigo puede controlar una mala conducta puntual pero, de por sí, no enseña al niño a adoptar un comportamiento ejemplar como tampoco reduce la necesidad del niño de portarse mal.
El castigo no inhibe la mala conducta. Con este método sólo se consigue que el transgresor sea más cauteloso a la hora de cometer el delito, más hábil en no dejar pistas y más experto a la hora de escapar. El niño castigado aprende a ser más cauteloso, no más honesto ni responsable.
El doctor Albert Bandura comenta:
El castigo puede controlar una mala conducta puntual pero, de por sí, no enseña al niño a adoptar un comportamiento ejemplar como tampoco reduce la necesidad del niño de portarse mal.
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