"Jamás me cansaré de repetirlo: el primer deber de los maestros es amar a sus alumnos y alumnas"
Jaume Cela
¡Cuántas veces se nos olvida esto! ¡En cuántas ocasiones miramos por encima del hombro! El principal deber de un profesor es que su alumno no odie sus enseñanzas!
Es imposible llegar a todos los alumnos, pero al menos, debemos dejarlos intactos para que el siguiente o la vida puedan llegarles.
¿Conoces a algún alumno al que le gustaba una asignatura hasta que topó de bruces con alguien que le hizo odiarla? Seguro que tu mismo, si rebuscas un poco en tu memoria, te encuentras alguna situación en la que cogiste odio a una determinada asignatura por la actitud con la que te fue expuesta.
Se trata de eso, de al menos no provocar rechazo hacia un conocimiento.
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