domingo, 23 de marzo de 2014

Tienen sentido los códigos QR (en educación)


En Educación con Mayúscula, no. En educación, quizás.

Los códigos QR son una tecnología a la que están matando prácticamente desde su nacimiento (no tanto como a los blogs, que llevan media vida online cargándoselos). A pesar de que ahora se ven más que nunca, puede que sea cierto que se están muriendo, pero no por lo que la mayoría de sus detractores señalaban, sino por el avance de sus primas hermanas de realidad aumentada.

Hay que reconocer que nunca han llegado al gran público y que en esta sociedad, todo lo que no llega al gran público, sea bueno o no, muere en la sociedad de la obsolescencia y los primeros puestos. 

Aún así, siempre han tenido posibilidades (dependiendo de la imaginación) y puede que sigan teniendo algunas por el momento.

Voy a dar un sencillo y didáctico ejemplo (aunque utilitario):

Entras en el aula, hablas sobre un proyecto más o menos abierto a los alumnos. Previamente les adviertes que no copien nada, que todo se lo vas a facilitar al final.

Y claro, tú no estás por aumentar la deforestación del planeta (o al menos no deberías) por lo que optas por compartir un documento online (ya sé que hay otras maneras, aunque no sea lo más habitual).

Para ello, copias en la pizarra y/o pegas una dirección web y un código QR que la incluya. Para ser didáctico, copiarás una dirección de esas enrevesadas. 

Bueno, seamos condescendientes y no pongamos una excesivamente complicada (aprovecho para ponerles una de un post con una reflexión de Juan Domingo Farnós muy recomendable para profes). Aunque eso sí, con una pequeña trastada. A pesar de ello, no tiene una finalidad muy mala, sólo pretende mostrar en la propia piel lo que intento decir. La pequeña maldad es que irá en formato de imagen, por lo que habrá que copiarla si lo desean o mediante el uso de un lector de códigos QR.
Códigos QR / Qr Codes
Aquí va el que más uso: QRDroid (espñañol)

También lo dejo su correspondiente código QR por si tienes el teléfono a mano y deseas acceder a Google Play para descargarlo.

Algún avispado te preguntará por eso y, probablemente, un avispado aún mayor le responderá sin dejarte abrir la boca que es un código QR (sino, te quedan otras posibilidades que dejo a tu imaginación).


Entonces, tú aprovecharás para decirle a ese alumno avispado que le explique a sus compañeros qué es y cuáles son sus utilidades (al menos esa conocerá).

Los alumnos que tengan conexión (la wifi de los centros por desgracia no suele estar abierta) descargarán la aplicación, sobre todo, cuando comprueben todo lo que deberían de copiar y lo que les costará. El resto o al menos buena parte, la traerán el próximo día).

Bueno, hasta aquí, un pequeño ejemplo de una utilidad educativa con minúscula (aunque no sea utilitaria y no la mejor).

Para encontrarla con "Mayúscula", mejor dirigirse al post de Juan Domingo Farnós con el que coincido plenamente.
"...no podemos decir que... la educación se enfrenta con la tecnología y con la pedagogía…nada más lejos de la realidad".
Hoy no se puede entender la Educación sin Tecnología. Pedagogía y Tecnología deben ir de la mano.

El artículo da para mucho más. Esto sólo es un adelanto. Les invito a continuar leyéndolo.

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